Sigue pasando el tiempo y
con él va aumentando el sufrimiento de unos ciudadanos cada vez más castigados
por esta crisis injusta que está
maltratando únicamente a aquellos que no han tenido culpa de la situación actual
en la que vivimos.
Mientras pasa el tiempo nos hemos encontrado con otro proceso semidemocrático-lo llamo así por el sometimiento de la democracia a la ley D´hont- , en este caso ante elecciones autonómicas. En esta ocasión no cabe duda de que el nacionalismo se ha alzado triunfal en Euskadi, las fuerzas nacionalistas han conseguido una holgada mayoría con respecto a los partidos nacionales.
El ganador de estos comicios, a mi pesar, ha sido el PNV reflejo de derecha conservadora y de barrera a la defensa del débil y del extranjero, durante esta campaña vasca un tanto débil en el largo periodo, pero que al final, por un intento de llamar al votante, se han dirigido hacia las política del independentismo, prometiendo acciones que ya veremos donde terminan.
Por otro lado nos encontramos con EH-Bildu, la primera fuerza de izquierdas en el parlamento vasco, y que ha desarrollado durante toda su campaña una postura de izquierdas e independentista-quizás un poco moderada para evitar sustos- que refleja el verdadero sentir del vasco de izquierdas.
En el otro extremo nos
encontramos a los defenestrados partidos nacionales como PP, PSOE y UPyD. En el
caso del PSOE no ha habido ninguna sorpresa sino que ha sido la prolongación de
la agonía en la que vive este partido, en un tornillo sin fin de moderadismo,
el cual su líder no quiere dejar de apretar sin darse cuenta que no conseguirá unir
las piezas. Es posible que esta no haya sido una simple derrota, y que sea
también la caída de un proyecto con Patxi López al frente-sin duda su pacto con
el neoliberalismo del PP le pasó factura, no cabía esperar otra cosa-. El
siguiente partido es el PP vasco, que se mantiene en su línea temporal de
escaños, debido a que sus políticas españolistas y de nacionalizar a los niños
de los territorios con sentimientos nacionalistas no calan en estos territorios,
y por lo tanto queda patente la insignificancia del partido en Euskadi. Y por
último vemos que de nuevo se ha colado UPyD en el parlamento a través de su
juego demagógico hacia la gente y de decir lo contrario de lo que piensan y de
hacer lo contrario de lo que dicen, además de usar el juego sucio contra otras
fuerzas políticas tachándolas de terroristas, cuando no hay pruebas refutables
de esta acusación.
Para terminar esta entrada electoral debo mencionar a una fuerza política que se ha quedado a 600 votos de obtener representación parlamentaria, os hablo de Esker Anitza-IU, que con unos recursos ínfimos ha conseguido calar en multitud de vascos que hay una alternativa al sistema injusto en el que vivimos.
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