Durante esta semana ha
entrado en vigor la nueva ley de tasas, con esta ley se le impone un precio a
la justicia, la justicia pasará, de una justicia actual de ricos y pobres- como
consecuencia de que todo el mundo no puede acceder a una asistencia legal de
calidad- a una justicia únicamente para ricos, esta situación provocara graves
injusticias debido a que gran parte de la sociedad no podrá acudir a ella para
resolver sus problemas. También podemos pensar que esta subida de tasas puede
provocar acciones desesperadas, conducentes a que la ciudadanía se tome la
justicia por su mano, lo que nos llevaría a una sociedad injusta y descontrolada.
¿Pero qué fin persigue esta
medida? Si esta pregunta fuera respondida por un miembro del gobierno, diría
que el fin de esta subida de tasas es la descongestión de los numerosos procesos que existen en
nuestros juzgados, pero tras esta respuesta, no cabe duda de que existe otra
realidad, esta se transforma en un fin muy distinto al expuesto por el gobierno
del PP, esta medida es realizada con un fin recaudatorio y como continuación a
la instalación del modelo de Estado que persigue el PP con la multitud de
recortes y reformas neoliberales que está llevando a cabo en este primer y
agónica año de su gobierno neoliberal. El objetivo de este gobierno es hacer
desaparecer todo aquello que tenga relación con la justicia social, su fin es
la destrucción de la clase media, con el deseo de que en nuestro país solo
existan los ricos y los pobres- aunque esta última frase parezca del pasado,
solo tenéis que observar vuestros entornos familiares o cotidianos y daros
cuenta de que estamos llegando, por desgracia, algunos sectores de la población
a subsistir meramente-.
Sin duda esta reforma va a
erradicar completamente la justicia de nuestro país, convertirá la justicia en
un lujo que solo se podrán permitir aquellos sectores de la población con
elevadas rentas, estos son los que hasta ahora gozaban de la llamada justicia
para ricos, además de aquellas empresas con grandes beneficios.
Otro rasgo de
esta medida es su carácter injusto- injusta como todas aquellas medidas que han
tomado los gobiernos del PP y el PSOE durante la crisis en contra de las clases
medias y bajas-, la injusticia de esta medida radica en que no se han
establecido tasas distintas según la capacidad económica del ciudadano, es
decir, que no se ha seguido el modelo justo:
“que pague más quien más tiene”.
Pero esta medida tiene un
origen, ese origen está en el ministro de Justicia, el señor Gallardón, sí a
ese que algunos tenían por ser el más progresista entre los políticos del PP, a ese
que tenían por el neoliberal al estilo de los europeos neoliberales, pues no,
ha resultado ser el más conservador entre los conservadores, el más retrógrado
entre los retrógrados y el más fascista entre los fascistas, sus continuas
medidas en el ámbito de la justicia no están llevando al modelo del régimen
dictatorial de Franco y a la vez no está convirtiendo en el Estado más opresor
de toda Europa y también está criminalizando a ciertos sectores de la
población, únicamente por defender su bien más preciado: La dignidad.
Entre estas medidas, que
acaban con la dignidad de las personas, me gustaría señalar la reforma que
llevó a cabo en el código penal donde incluyó la cadena perpetua revisable,
haciendo un acto de demagogia frente a los continuos ataques de los medios de
comunicación y el linchamiento de la opinión pública-aclarar que el sistema que
teníamos con anterioridad incluso era más gravoso que el actual, así que mejor
no dejarse llevar por el nombre de cadena perpetua-*. Por otro lado ha
intentado criminalizar a aquellos que convoquen manifestaciones en contra del
gobierno, sin duda, está utilizando algo tan importante como la justicia como
un arma o medio más de defensa de las políticas injustas que está llevando a
cabo el actual gobierno del PP.
Por último, y antes de tocar un último tema, me
gustaría decir que está subida de tasas puede provocar que un grave problema de
nuestra sociedad, como es la violencia de género, se agrave, debido a que estas
mujeres sufrirán psicológicamente pues no podrán realizar la demanda de
divorcio contra sus maltratadores, pues no tendrán los medios económicos
necesarios para hacer frente a la tasa, que en este caso, pasa a convertirse en
300€.
Para finalizar este articulo
me gustaría hacer una última valoración,
en concreto indicar que estas medidas tienen otro fin distinto a los
expuestos con anterioridad en este artículo, y este fin es el de distraer a la
opinión pública para que la gente hable de estos temas y no de los continuos
recortes emprendidos por el gobierno. La próxima acción puede ser- debido a las
presiones de la Iglesia y del ala conservadora del PP- la de la supresión de la
ley del aborto, para anteponerlo incluso antes de la anterior ley de 1985, esto
provocará la eliminación de unos de los grandes derechos que han conseguido las
mujeres en los últimos tiempos: el derecho a ser madres.
Una vez más, gracias por
vuestro tiempo.
*Para una mejor compresión
de este tema acudir a la entrada realizada con anterioridad por mi compañero: Divagaciones
sobre el populismo punitivo.
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