viernes, 2 de noviembre de 2012

Elecciones en EE.UU.: Mucho ruido y ninguna nuez.



Si pensamos por un momento desde que tenemos uso de razón política en el devenir político de los Estados Unidos, llegamos a una conclusión: hay una alternancia de presidentes y de partidos, pero el hilo conductor de las políticas es el continuismo.

Digo continuismo, porque en ese país, foco infeccioso de la peor lacra -el capitalismo-, hoy como ayer el sistema sigue revolviéndose felizmente en su más cochambrosa podredumbre: esta presumible potencia tiene una necesidad imperiosa e imperialista de querer controlar el mundo y doblegar a todas las naciones ante sus intereses. Esta superpotencia es la tierra de la libertad en la que si no tienes un seguro médico te puedes morir tan ricamente en la puerta de un hospital sin ser atendido y sin que a nadie le importe. Esta es la tierra de la libertad, la tierra en la que los impuestos son poco más que un robo. Tierra en la que la igualdad de oportunidades tan cacareada se materializa en que si no triunfas en la vida y no nadas en la abundancia es sólo culpa tuya. Entonces, el ciudadano de la clase media asume esa responsabilidad. Ahí está esa manipulación y ese dominio mental. Una tierra en la que ser socialista o comunista podría pasar por un crimen de lesa patria prácticamente.

Demócratas o republicanos. Republicanos o demócratas. Tanto monta, monta tanto. El señor que se puede morir de algo en la puerta de un hospital, pase lo que pase, tendrá libertad para seguir muriéndose sin que reciba atención alguna. Gane quien gane, llevará al Estado a una nueva guerra con la que reactivar la economía capitalista a base de controlar los recursos naturales de otras naciones. Ellos siguen anclados en que los recursos naturales están para explotarlos, no para hacer un uso racional de ellos. No hay Katrinas suficientes para que se den cuenta de que el cambio climático no es una milonga.

Estados Unidos es el espejo en el que nos miramos. Y si alguien tiene dudas de que el PPSOE no es tal cosa, no tiene más que mirarse en el ejemplo de democracia del que tanto se vanagloria todo neoliberal. Allí hemos visto a Katy Perry arrimando el hombro a la campaña de Barack Obama, o a Condoleezza Rice, Chuck Norris o Clint Eastwood haciendo lo propio con Mitt Romney (especialmente remarcable el sr. Eastwood hablándole a la silla vacía). Aunque esto aquí ya se hizo: en 1996 Julio Iglesias, Raphael o Norma Duval hicieron campaña por Aznar, y en 2008 la Plataforma de Apoyo a Zapatero hizo lo propio con dicho candidato. Plataforma en la que estaba el bueno de Víctor Manuel, quien antes que del PSOE fue comunista, y que antes de ser comunista le dedicó la canción Un gran hombre al dictador Franco. Son cosas de la farándula.

Dos apuntes más de la extravagancia y el circo americano: Las señoras de los candidatos subiendo al atril a decir a gritos -y con una amplia sonrisa- lo buenas que son como amas de casa y lo gracioso que es su marido presidenciable. (Menos mal que aquí no tuvimos que ver tal cosa de Sonsoles o Viri. Como segundo apunte, la extraña manía de forrar cualquier cosa con tres dimensiones -o con dos basta- con barras y estrellas, sin importar que el resultado sea una horterada descomunal. Hay que ser los más patriotas.

¿No os recuerda al saludo fascista? Esa bandera bien extendida de fondo ¿no os recuerda al nacionalismo más casposo? Apostando por los valores tradicionales.


Obama tuvo la oportunidad de sentar las bases de una sanidad pública medianamente decente. Y si realmente no le dejaron, señalar con el dedo quiénes fueron los que se lo impidieron. Obama ha tenido cuatro años para decidir levantar el bloqueo sobre Cuba y establecer unas relaciones diplomáticas normales y corrientes; al igual que pudo normalizar sus relaciones con Venezuela en lugar de dejarlas en un punto de escepticismo. Obama pudo apoyar la creación y reconocimiento de un Estado palestino. Obama pudo perseguir con mano dura a quienes han llevado a los países capitalistas a la situación de crisis en que estamos -pues no hay que olvidar que la mayor parte de la culpa es de los grandes bancos americanos, encabezados por Lehman Brothers-. Si tuviéramos que medir de alguna forma el Yes, we can y la esperanza de cambio, sería por todo aquello que no ha hecho. El cambio por el cambio, el quítate tú para que me ponga yo, y el continuismo en la misma política neoliberal absolutamente repugnante.

Porque qué duda cabe de que Irán y Siria son países que están en el punto de mira para ser atacados. Porque Irán no puede hacer investigaciones nucleares con fines científicos, pero Estados Unidos sí puede tener un arsenal nuclear porque para eso ellos se tienen por los dueños y señores del mundo, y son los encargados de acometer una tarea que nadie les encargó consistente en "poner orden" en el mundo. Nota del autor: nucleares no.

Porque no hay margen para dudar de que el capitalismo seguirá muriendo de éxito gracias a los EE.UU. Y que alimentarán a la criatura comatosa hasta resucitarla. Hasta la resucitarán si hace falta. Porque no hay duda de que a los mercados, en lugar de atarlos en corto, les será regalada la soga con la que ahorcarán al ciudadano medio, allende sus fronteras además. Indudablemente, el PPSOE americano demócratas vs. republicanos seguirá cruzándose acusaciones de y tú más. La diferencia es que hoy por hoy allí no hay espacio para una alternativa (desde 1984 los comunistas en lugar de presentarse apoyan a los demócratas). Los ciudadanos seguirán alienados, consumiendo televisión por cable y comida basura a reventar, aplaudiendo como focas a su candidato como si les fuese la vida en ello, cuando sus situaciones no van a variar prácticamente nada.

Porque seguirán globalizando el mundo a base de McDonalds, Burguer King, KFC y cadenas de comida basura. Porque veremos a gente zumbada por todo el mundo fan de  superestrellas de la farsa musical que no tienen ni puta idea de lo que es la música y sólo saben cantar con un play-back que ha sido remasterizado para que no se note que esas estrellas artificiales (Lady Gaga, J. Bieber y demás fauna discográfica) cantan como el culo. Esa globalización lo único que transmite es alienación y pérdida del acervo cultural propio. O dicho de otra forma, es un transmisor de incultura.

Porque como decía al comienzo, EE.UU. al fin y al cabo no es más que el foco de infección del capitalismo, peor lacra hoy por hoy. Y finalmente, porque allí todo es ruido, y no pocas nueces, sino ninguna.

Y porque al final, como en cualquier juego trucado de ruleta rusa, ganará la banca. Por todo esto y mucho más;

ESTAS ELECCIONES SON UNA PANTOMIMA.

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Élections aux États Unis: beaucoup de bruit et aucune noix.

(une approximation au texte espagnol pour rémercier aux visitants françaises)

Nous, les auteurs de cette blog voudrions rémercier aux visitants de chaque part du monde. Et c'est ainsi qu'on va traduire les idées principaux de ce texte.

Tout le long de l'histoire contemporaine, vraiment rien a changé sur la politique americaine. Le continuisme c'est la pierre angulaire de la politique là-bas.

À quoi importe si quelque personne meurt à la porte d'un Hôpital? Au foyer d'infection du capitalisme, seulement importe l'exploitation de l'homme par l'homme. Même au change climatique, il faudra beaucoup des Katrinas faire changer la mentalité des américaines.

Obama avait la chance de créer une santé publique au moins régulier, ou montrer avec son doigt qui l'avait empêché faire ça.

Le prochain Monsieur le Président, Il fera une guérre injuste contre l'Iran ou la Syrie, pour mettre au point la machine de la guerre, prendre le control sur les resources naturelles et établir la domination sur des pays qu'ont le valeur de crier avec toute sa force contre l'imperialisme.

Il suivra la globalisation sur des pays étrangeres, une globalisation vide d'une vraie culture. Une globalisation basée sur des ordures américaines.

À cause de ceci, À qui importe les élections aux États Unis? Pour nous, ils sont une betise.



Actualización: Ha sido reelegido Obama, tal y como vaticinaban las encuestas de forma tímida. Los estadounidenses han elegido entre Juana y su hermana, entre quien te pega tres puñaladas y quien te pega cuatro, entre la extrema derecha y la derecha menos extrema. En definitiva, han elegido entre dos excrementos: el que huele mal y el que huele peor.

Es un buen momento -como quien vuelve al punto de partida- para recordar aquel "yes, we can" que pareció contagiar a propios y extraños. Ahora Obama puede -porque cuatro años dan para más de lo que parece- pensar en reformar de verdad el sistema sanitario estadounidense, formentar una cultura que sea al menos socialdemócrata -no es plan de pedirle peras al olmo, menos aún en 4 años- en la que pagar impuestos no sea un robo. También puede aprovechar estos años para hacerse parte de un nuevo orden mundial en el que se respete la soberanía de los Estados y los pueblos, materializándose en el fin de las guerras cuyo leitmotiv es el control de los recursos naturales o posicionarse en favor de la creación formal y material así como el ulterior reconocimiento del Estado Palestino. Por supuesto, es una oportunidad para que se ponga fin a la cárcel de Guantánamo y a las torturas que diariamente allí se cometen. Es la ocasión para que ese imperialismo por la fuerza se deconstruya desde dentro, antes de que venga quien pueda derribarlo desde fuera. Y ese día llegará, pues no olvidemos que en el vasto imperio en el que no se ponía el sol acabaron por aparecer las primeras sombras.

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