jueves, 15 de noviembre de 2012

¿Podemos confiar en ellos?



En esta nueva entrada abordaré una problemática de nuestra sociedad, la cual ha sido una de las principales causas-por no decir la primera causa- de la crisis que envuelve a la sociedad y que está provocando una ruptura entre la sociedad y el sistema en el que vivimos. La sociedad empieza a darse cuenta del mal patente y tangible que es el capitalismo, también observa que la democracia que actualmente tenemos no es una democracia real, sino que nos encontramos ante un sistema exhausto y que no ha evolucionado junto con la sociedad. En esta entrada hablaré de los bancos, esas empresas que se han beneficiado económicamente en la burbuja inmobiliaria y que siguen enriqueciéndose a costa del dinero público que obtiene el Estado con los impuestos de los ciudadanos.

Estas empresas se han beneficiado gracias a la especulación a través de la burbuja inmobiliaria y con el engaño- a través de complejos productos financieros elaborados por eso que llaman ingeniería financiera- al ciudadano. A continuación expondré como los bancos han comercializado esos productos financieros y los métodos que usaban en la venta de estos productos.

Aquí hablaré de dos productos financieros que están en el día a día de los medios de comunicación, estos son las participaciones preferentes y los préstamos destinados a la compraventa de casas, conocidos, comúnmente, como las hipotecas.

En el caso de las participaciones preferentes los bancos las vendieron a personas que no poseían ningún conocimiento financiero, se aprovecharon de la confianza que el ciudadano tenia con el banco y el empleado de banca que habían tenido a lo largo de su vida-en muchas ocasiones, sino la gran mayoría, estas personas eran ancianas-, añadir también que en muchas ocasiones ni el propio empleado de la banca sabía que era lo que estaba intentándole vender al cliente. Esta situación provocaba, sin duda, falta de conocimiento por parte del cliente, ocasionando la nulidad del contrato (el contrato es ilegal). Las entidades bancarias vendieron estos productos financieros como si fueran una inversión seguro-esto es lo que un trabajador quiere de un banco, pues no quiere perder el dinero que ha ahorrado con el trabajo de toda su vida-, con esta forma de vender consiguen la confianza del ciudadano, que acepta la inversión segura que le ofrecía el banco. Pero, en realidad, los ciudadanos no estaban contratando una inversión seguro, sino que adquirían acciones de distintas empresas, cuya inversión era muy insegura, además estas acciones no otorgaban ningún derecho al titular de ellas, pues eran participaciones preferentes.

Esta estafa que ha realizado todo el grupo bancario de nuestro país ha propiciado uno de los grandes dramas actuales de nuestra sociedad, provocando que la ciudadanía, en estos momentos de crisis, no puedan recuperar su dinero al haberlo perdido, dinero que en muchas ocasiones pretenden recuperar para ayudar a sus familiares que se han quedado en paro por culpa de esta crisis provocada por esa enfermedad llamada capitalismo.

En segundo lugar afrontaremos el problema de las hipotecas, estas tienen su origen en préstamos que se otorgaban a las personas para poder afrontar el pago de sus viviendas, el problema es que estos préstamos se otorgaban sin controlar el riesgo con el que se concedían, se confiaba en que el ciudadano siempre tendría nomina. Otro de los factores que propiciado el problema es que la banca animaba el ciudadano a que aumentara el crédito para que obtuviera el coche…, pero tras la llegada de la crisis esta estructura de préstamo por nómina cayó, produciéndose una cadena de impagos, debido a que la ciudadanía debe dejar de pagar el préstamo por subsistir y mantener las condiciones de vida básicas.

El gran problema de esta situación es, sin duda ninguna, el exceso de valoración que se le daba a las viviendas a la hora de la conceción del préstamo, esta valoración era dada por tasadoras- que en teoría eran independientes- pero que en realidad eran propiedad de los bancos que concedían los préstamos, esto es una verdadera inmoralidad que ha ocasionado que los trabajadores tengan que abandonar un sueño para volver al pasado. El drama social de esto es el gran número de embargos (desahucios) que existen en nuestro país, en concreto 510 embargos al día, esto está llevando a dejar sin vivienda, que es un derecho que debería pertenecer a la persona por el mero hecho de ser individuo, a cientos de miles de familias en nuestro país.

Es hora de llevar a cabo un cambio en la legislación que introduzca la dación en pago, esto es que con la entrega de la vivienda quede saldada la deuda o que la subasta deba hacerse por el valor que originó el préstamo y no por el valor de mercado actual. Debemos habilitar las viviendas de los bancos nacionalizados como viviendas sociales-totalmente gratuitas o con un precio simbólico- que alivien el sufrimiento de las familias. No podemos permanecer ajenos ante esta situación, no debemos permitir que los bancos y los neoliberales, sin ningún conocimiento de lo que es la justicia social y los sentimientos, manipulen la vida de la ciudadanía al interés de sus cuentas corrientes.

Una vez hecha la descripción de cada producto financiero, creo que podemos responder a la pregunta: y la respuesta que yo daría es jamás confiaría en un banco. ¿Qué respuesta darías tú?

De nuevo, gracias por vuestro tiempo.

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