miércoles, 12 de diciembre de 2012

¿Dónde vivimos?



En esta nueva entrada me gustaría realizar una reflexión sobre en qué tipo de estado vivimos, y de que forma el Estado, a través, de sus mecanismos nos camufla una realidad, realidad que vivimos en la actualidad de forma más palpable debido a la grave crisis económica que estamos atravesando por culpa del terrorismo financiero.

Antes de hablar del tipo de Estado en el que vivimos, habría que hacer un breve desarrollo histórico sobre la evolución del Estado a lo largo de la historia-llevaré a cabo una mera introducción de esta evolución-, podemos comenzar el desarrollo de los Estados, en el estado Feudal, en este Estado la sociedad se organizaba bajo la protección de un señor feudal que daba protección a cambio del trabajo de los campesinos, tras este Estado, surge el Estado Moderno debido al auge del comercio, en este el rey adquiere más poder como consecuencia de que la burguesía prefería la tranquilidad y autoritarismo que ejercía la monarquía absoluta, de esta forma ellos realizaban sus actividades comerciales sin impedimentos- cabe decir que la población seguía viviendo en la más absoluta miseria-, pero a lo largo del tiempo la burguesía fue adquiriendo más poder gracias a sus actividades comerciales-comenzaba a desarrollarse lo que conocemos como capitalismo y globalización-, y por otro lado los monarcas absolutas aglutinaron demasiado poder en sus manos, lo que provocó el descontento de la burguesía y el surgimiento de revoluciones-estas revoluciones mucho distan de las revoluciones románticos del ideario de izquierda, que buscan la verdadera justicia social-, como la revolución francesa que propician el debilitamiento de la figura del Estado y con ello el auge y la libertad de la burguesía en sus actividades comerciales, es decir, nace el conocido laissez faire-hablando claro, nace el capitalismo salvaje-, con la instauración del estado liberal se propicia la industrialización de los países y el resurgir de la clase obrera característica de las grandes ciudades. Con el tiempo el capitalismo va destruyendo la dignidad de la clase obrera, debido a que la burguesía las contrataba por un sueldo miserable que no les daba ni para vivir, este Estado propició la explotación infantil y la pobreza extrema, todos estos factores concurrieron para llevar a cabo revoluciones y protestas a lo largo del siglo XX que propiciaron la creación del Estado social que llega hasta nuestros días.

Una vez que hemos analizado la evolución de los Estados hemos de preguntarnos qué función ha cumplido el Estado social en nuestro tiempo, pues dando respuesta a esta cuestión hemos de comprender que el Estado social que tenemos en la actualidad no es ningún regalo del capitalismo, sino que es el producto de las revueltas sociales que durante más de un siglo ha realizado la clase obrera. El Estado social, podemos decir, son pequeñas concesiones que el capitalismo y la burguesía han dado a la clase obrera para mitigar sus ánimos revolucionarios, además de para ocultar las grandes injusticias que provoca este sistema económico en la sociedad: este sistema económico es el origen de las grandes desigualdades que sufren millones de personas en el mundo.

De estas causas del origen de la creación del Estado social podemos concluir que este Estado es una simple tapadera de la verdadera acción del capitalismo, y digo tapadera porque a través del Estado del Bienestar se intentan tapar las injusticias del capitalismo.

A este sistema ha contribuido una constitución-realizada por la derecha de este país- impopular y un bipartidismo que abraza la economía de mercado- si esa economía que nos ha llevado a más de 5 millones de parados y a una crisis social de la que no saldremos nunca con las actuales políticas de austeridad-, a la vez que derriba de una zancadilla al desfavorecido, porque aunque parezcan discursos con maquillaje distinto, en realidad usan la misma cara para maquillar.

Por último me gustaría llevar a cabo una reflexión sobre qué tipo de estado es el necesario. En mi opinión no debemos apoyar un Estado social, sino un Estado socialista, de la colectividad, que vele por la justicia social y no por la injusticia social, un estado que apoye al pueblo que le sostiene y no que siga a los poderes económicos, debemos ir hacia un estado que no sea una puerta hacia la realidad, sino que ese estado sea la muralla de la injusticia social. Pero si no hacemos nada para propiciar un proceso constituyente que cambie donde vivimos, seguiremos sufriendo mientras otros se enriquecen a través de los más desfavorecidos. Espero que este análisis recabe apoyes para un cambio del modelo en el que vivimos.

Gracias por vuestra atención. 

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