En esta nueva entrada me
gustaría realizar una reflexión sobre en qué tipo de estado vivimos, y de que
forma el Estado, a través, de sus mecanismos nos camufla una realidad, realidad
que vivimos en la actualidad de forma más palpable debido a la grave crisis económica
que estamos atravesando por culpa del terrorismo financiero.
Antes de hablar del tipo de
Estado en el que vivimos, habría que hacer un breve desarrollo histórico sobre
la evolución del Estado a lo largo de la historia-llevaré a cabo una mera
introducción de esta evolución-, podemos comenzar el desarrollo de los Estados,
en el estado Feudal, en este Estado la sociedad se organizaba bajo la
protección de un señor feudal que daba protección a cambio del trabajo de los
campesinos, tras este Estado, surge el Estado Moderno debido al auge del
comercio, en este el rey adquiere más poder como consecuencia de que la
burguesía prefería la tranquilidad y autoritarismo que ejercía la monarquía
absoluta, de esta forma ellos realizaban sus actividades comerciales sin
impedimentos- cabe decir que la población seguía viviendo en la más absoluta
miseria-, pero a lo largo del tiempo la burguesía fue adquiriendo más poder
gracias a sus actividades comerciales-comenzaba a desarrollarse lo que
conocemos como capitalismo y globalización-, y por otro lado los monarcas
absolutas aglutinaron demasiado poder en sus manos, lo que provocó el
descontento de la burguesía y el surgimiento de revoluciones-estas revoluciones
mucho distan de las revoluciones románticos del ideario de izquierda, que
buscan la verdadera justicia social-, como la revolución francesa que propician
el debilitamiento de la figura del Estado y con ello el auge y la libertad de
la burguesía en sus actividades comerciales, es decir, nace el conocido laissez faire-hablando claro, nace el
capitalismo salvaje-, con la instauración del estado liberal se propicia la
industrialización de los países y el resurgir de la clase obrera característica
de las grandes ciudades. Con el tiempo el capitalismo va destruyendo la
dignidad de la clase obrera, debido a que la burguesía las contrataba por un
sueldo miserable que no les daba ni para vivir, este Estado propició la
explotación infantil y la pobreza extrema, todos estos factores concurrieron
para llevar a cabo revoluciones y protestas a lo largo del siglo XX que
propiciaron la creación del Estado social que llega hasta nuestros días.
Una vez que hemos analizado
la evolución de los Estados hemos de preguntarnos qué función ha cumplido el
Estado social en nuestro tiempo, pues dando respuesta a esta cuestión hemos de
comprender que el Estado social que tenemos en la actualidad no es ningún
regalo del capitalismo, sino que es el producto de las revueltas sociales que
durante más de un siglo ha realizado la clase obrera. El Estado social, podemos
decir, son pequeñas concesiones que el capitalismo y la burguesía han dado a la
clase obrera para mitigar sus ánimos revolucionarios, además de para ocultar
las grandes injusticias que provoca este sistema económico en la sociedad: este
sistema económico es el origen de las grandes desigualdades que sufren millones
de personas en el mundo.
De estas causas del origen
de la creación del Estado social podemos concluir que este Estado es una simple
tapadera de la verdadera acción del capitalismo, y digo tapadera porque a
través del Estado del Bienestar se intentan tapar las injusticias del
capitalismo.
A este sistema ha
contribuido una constitución-realizada por la derecha de este país- impopular y
un bipartidismo que abraza la economía de mercado- si esa economía que nos ha
llevado a más de 5 millones de parados y a una crisis social de la que no
saldremos nunca con las actuales políticas de austeridad-, a la vez que derriba
de una zancadilla al desfavorecido, porque aunque parezcan discursos con
maquillaje distinto, en realidad usan la misma cara para maquillar.
Por último me gustaría
llevar a cabo una reflexión sobre qué tipo de estado es el necesario. En mi
opinión no debemos apoyar un Estado social, sino un Estado socialista, de la
colectividad, que vele por la justicia social y no por la injusticia social, un
estado que apoye al pueblo que le sostiene y no que siga a los poderes
económicos, debemos ir hacia un estado que no sea una puerta hacia la realidad,
sino que ese estado sea la muralla de la injusticia social. Pero si no hacemos
nada para propiciar un proceso constituyente que cambie donde vivimos, seguiremos
sufriendo mientras otros se enriquecen a través de los más desfavorecidos.
Espero que este análisis recabe apoyes para un cambio del modelo en el que
vivimos.
Gracias por vuestra
atención.
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